
Toda democracia debe asentarse sobre el principio fundamental de la libertad de conciencia. Sin la posibilidad de desarrollar una ética sin coacción y de elaborar un pensamiento propio que se alimente tanto de nuestra sensibilidad como de nuestra racionalidad, nunca podremos decir que obramos libremente.
Es por ello, que frente a la obediencia ciega a la ley, optamos por el enfrentamiento ante la injusticia, por mucho que esta pueda estar protegida por el poder judicial. Para ello con la noviolencia y la desobediencia civil hacemos camino al andar desde donde otros lo hicieron antes.
Con nuestra objeción de conciencia no buscamos imponer nada a nadie, sino hacer pública una situación injusta e interpelar a la gente para, de una forma verdaderamente participativa y democrática, cambiar las cosas. Queremos denunciar la maldad intrínseca del actual sistema con la intención de que la sociedad desarrolle las herramientas de transformación necesarias para que las personas decidan qué quieren y cómo lo quieren conseguir.
Por supuesto, al actuar de esta manera, asumimos la posibilidad de que nos golpee la represión; sin embargo, para nosotros supone una confirmación de nuestra libertad pues como decía Gandhi: “En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle”.
Además, pensamos que sobran los motivos para declararse objetor electoral:
- El parlamentarismo y la democracia son incompatibles. En una democracia las personas participan en la toma de decisión de los asuntos que les afectan, mientras que en un sistema parlamentario una pequeña élite de profesionales decide por el resto.





Por todo ello te animamos a que sigas lo que te diga tu conciencia, te abstengas de votar, te declares objetor de conciencia ante la orden de formar parte de una mesa electoral y te sumes a esta lucha. Aunque seamos personas con nuestras contradicciones y limitaciones, uniendo nuestro esfuerzo podremos cambiar las cosas.
Francisco José Cuevas Noa, objetor de conciencia en las elecciones municipales de 2007
Adrián Manuel Vaíllo Garri, objetor de conciencia en las elecciones generales de 2011
Fuente: www.nodo50.org/tortuga