Egipcixs asaltando un edificio gubernamental |
Así después de los enfrentamientos en el campo de fútbol que dejaron más de 70 muertos los disturbios contra la policía, el ejército y los representantes del Estado ha vuelto a manifestarse de forma salvaje en las calles de El Cairo, Alejandría, Suez. Ataques a comisarías, a la sede de impuestos inmobiliarios, al Ministerio del Interior, etc. Para aquellos que durante el movimiento 15M alabaron la revuelta egipcia mediante la invocación del pacifismo quedan sobrepasados por los hechos. Y es que pensar que se puede hacer caer a todo un régimen político y militar sin enfrentarse directamente sin emplar la fuerza es creer en cuentos de hadas. Las necesidades de la gente se enfrentan a las leyes marciales del gobierno militar que asesina, desaparece gente e impone un estado de emergencia en el pais. La respuesta no serán ataques virtuales ni denuncias a DDHH y ONGs, pese a que algunxs se empeñen en elegir vías más efectistas que efectivas.
Según el periódico izquierdista español El Pais, la revolución no avanza más porque buena parte de la población está por la estabilidad hasta la fecha marcada en el calendario político egipcio, el 30 de junio, fecha que el ejército puso como límite para traspasar su poder al campo político salido del nuevo Parlamento. Si esto es así, y bien puede serlo, señalaría la posición pasiva mucha gente que no es capaz de posicionarse en la actividad para decidir colectivamente sus asuntos en contraposición a los asuntos nacionales, religiosos o económicos. Así la crítica anarquista de la tendencia antisocial verían refrendadas sus tesis.
Las masas de individuos acríticos ejercen las funciones de policía o carnaza de la guerra en curso. No son el objetivo, pero tampoco son inocentes. Pero es bien posible que, a la vista del empeño que han puesto muchxs egipcixs en el proceso de revuelta, sea una interpretación interesada de un diario que en su noticia se afana en calificar de 'vándalxs' a lxs que antes de las elecciones eran revolucionarixs o en explicar que los gases lacrimógenos utilizados ahora ya no causan tantos daños como los de antes de las elecciones, pues aquellos estaban caducados (!?!). Y es que la democracia parlamentaria exportada a todo el mundo, sustentada en la Razón de Estado, es el objetivo de toda socialdemocracia. Incluso si hay que pasar por encima de los cadáveres de la gente que siente profundo asco por la policía, el ejército y el Estado.