Este primero de marzo entró en vigor una
nueva y controversial política de privacidad que le permite a Google
compartir tu información privada con todas sus plataformas para
configurarte una identidad digital única. Esta política tiene un cierto
aspecto orwelliano, ya que Google no permite a sus usuarios declinar la
misma, al menos de que abandonen del todo los servicios que provee el
gigante de Internet.
Quizás sea un poco tarde para combatir
del todo esta política, la cual podría violar las leyes de la Unión
Europea, pero existen algunas cosas que se pueden hacer para al menos
mitigar la cantidad de información que entregas a Google, la cual, por
supuesto, es usada para mejorar sus anuncios y, en general, para
incrementar su poder.
Si no quieres que todas las plataformas
de Google sepan cómo eres (y en algunos casos más que ninguna persona en
el mundo lo sabe), lo más adecuadao es que vayas a la configuración de tu cuenta y borres tu historial de búsquedas.
¿Qué tan efectivo es esto? Google señala que aunque borres tu historial
de búsqueda mantiene cierta información en “cuentas separadas” para
propósitos de auditoría.
Según la Electronic Frontier Foundation, uno de los grandes watchdogs
de la web, el desactivar tu historial de búsquedas no impide que Google
use tu información internamente pero hace que tus datos se hagan
anónimos después de 18 meses, es decir que el perfil que generas con
esas búsquedas ya no sea integrado a una identidad. De no hacer esto
Google mantiene tu información para siempre.
Es posible que Google ya haya
“exportado” todos tus datos de Gmail a YouTube y a sus otras
plataformas para enriquecer la calidad de sus anuncios, pero al menos si
decides que tu historial de búsqueda sea borrado (o puesto en pausa
como Google lo describe) en un futuro no deberías de ser expuesto a
dicha personalización –aunque ya hayas contribuido a las minas de datos
de las compañías de marketing. Por otro lado el desactivar el historial
de búsquedas debería de hacer que los resultados que arroja Google en un
búsqueda no estén basados en tu identidad digital. Es como querer
empezar de nuevo. ¿Pero en realidad quieres hacer esto?
Google defiende sus políticas de
privacidad objetando que hace que sus servicios sean más efectivos. Te
ahorra clicks: el que casi te lean la mente puede ser algo un poco
aterrador, pero también algo muy útil.
Sin embargo con cada bit también
contribuyes a crear una especie de monstruo vigilante que vende tu
información privada a hambrientas compañías que a su vez quieren
venderte algo a ti. Te conviertes en un signo más en el flujo del
capital. Esto puede afectarte en un plano simbólico pero difícilmente en
un plano concreto. Por lo cual es sobretodo una cuestión de ética.
La comisionada de justica de la Unión
Europea Viviane Reding dijo que en las nuevas políticas “no se han
aplicado los reglamentos de transparencia”. Otras organizaciones
europeas manifestaron su preocupación.
El cambio en la política viene después
de que las acciones de Google se depreciaron un 9% luego de que los
resultados de sus ventas de publicidad cayeran en los últimos meses.
Esto podría traslucir que el interés subyacente a los cambios de
privacidad es mejorar sus anuncios personalizados con una mayor cantidad
de información y aplicarla en todas sus plataformas.
Si eres epecialmente cuidadoso y no
quieres que la empresa cuyo lema es “Don`t be evil” de prioridad a los
intereses de sus aunciantes entonces te recomendamos que navegues
desconectado a tu cuenta de Gmail o YouTube, que no uses Chrome y quizás
un proxy para destantear al gigante.
Con información de la BBCeWeek te ofrece 11 alternativas para evitar que Google se empache con tu información