La tarde del viernes 9 de Marzo, un
grupo de unxs 30 neonazis encapuchadxs y armadxs con botellas y otros
objetos contundentes, irrumpió en la Ciudad Universitaria donde
estudiantes de "Tomalafacultad" (movimiento reformista y quince-emista
del cual que quede claro que me desvinculo totalmente pese a todo)
habían organizado una fiesta para recaudar fondos para sus asambleas,
actividades y material.
Sin que estxs últimxs mediasen
provocación alguna, el grupo de nazis se abalanzó sobre lxs estudiantes y
empezó a golpearles, con el resultado de varixs contusionadxs y un
chaval que tuvo que ser trasladado al hospital.
Por lo que se ha dicho en
algunos medios burgueses, 7 de lxs agresorxs han sido detenidos, aunque
dudo que la policía y el sistema judicial tomen medidas contra ellxs,
pues a fin de cuentas, a esa peña y a la basura a la cual obedecen sus
condenas y su represión, les interesa la presencia del fascismo para,
así, dividir a las masas y seguir sembrando miedo, etnocentrismo,
chovinismo y egoísmo en unas masas con un amplio sector desorientado por
los medios y que no posee conocimientos sobre política como para
percatarse de las sandeces de los grupúsculos de ultra-derecha. Así, se
consigue culpar al/a la migrante y no al/a la políticx, se culpa al/a la
precarix en vez de al/a la banquerx y se ataca al/a la anti-capitalista
y no al/a la policía. Cuando alguien rompe una de las reglas de oro de
la paz demócrata, es señaladx y aisladx por los medios de comunicación
(aunque debo decir que esta clase de movimientos reformistas, con su
discurso pacifista, también contribuyen a ésto).
El rigor periodístico de los
medios de comunicación comerciales ha sido el de siempre (o sea,
ninguno). Desde El País (PSOE) y el ABC (PP y ultra-derecha rancia), se
ha tratado el suceso como una simple pelea de "radicales rivales" como
si en vez de una agresión fascista a un grupo de estudiantes pacíficxs,
estuviésemos hablando de una escena de cualquier película
norte-americana de bandas callejeras matándose por sus barrios. El
objetivo de esta estrategia no es otro que el de vaciar de todo
contenido político un suceso cuya trascendencia a la opinión pública
incomoda demasiado. Además, el medio fascistoide ABC publicó estos días
un artículo irrisorio y, al menos para mí, muy irritante (me puse de
bastante mala hostia al leer lo que ponía vaya) donde hablaban de nada
menos que de "Los 10 grupos que agitan la calle". En estos 10 grupos,
realizaban un batiburrillo absurdo y amorfo de grupos estudiantiles que
iban desde el ciudadanismo progresista hasta el movimiento
anti-autoritario. Desde Izquierda Anticapitalista ("Anticapitalista",
ver comillas) hasta el maldito Sindicato de Mangantes (perdón, de
estudiantes), desde Rompamos el Silencio hasta el 15-M, desde la FEL
(Federación de Estudiantes Libertarixs) hasta la UEP.
El artículo que menciono, igual
que los dos citados que recogen la noticia del suceso (a su manera), lo
siento pero tendréis que buscarlos vosotrxs, porque yo me niego a hacer
publicidad a esa basura. Bastante hago con no romper todos los
ejemplares que me encuentro en los kioskos de la ciudad.
Aquí tenéis el comunicado de la gente de Tomalafacultad en Madrid, al respecto de lo sucedido.
En Somosaguas pasaba hace unos meses algo parecido y, en la Complutense, tampoco es la primera vez que elementos de extrema derecha acuden a tocar los ovarios y los huevos, si bien en algunas ocasiones doy fe de que se han encontrado con algo más que pacifismo y han tenido que salir por patas.
En Somosaguas pasaba hace unos meses algo parecido y, en la Complutense, tampoco es la primera vez que elementos de extrema derecha acuden a tocar los ovarios y los huevos, si bien en algunas ocasiones doy fe de que se han encontrado con algo más que pacifismo y han tenido que salir por patas.
Sólo un apunte. El fascismo,
igual que la policía, sirve para proteger los intereses de lxs ricxs y
beneficiarse con ello, por mucho que se camuflen tras falsos populismos,
fachadas anticapitalistas y solidaridad postiza. En la crisis que nos
imponen las oligarquías, para justificar la introducción de unas
políticas de neoliberalismo salvaje que nos arrebaten de un plumazo la
dignidad y los derechos conseguidos en los últimos dos siglos, la
extrema derecha, independientemente de sus tendencias o corrientes,
encuentra el perfecto caldo de cultivo para la reproducción de sus
discursos de xenofobia y de nacionalismo rancio.
Vale ya de pacifismo estéril,
basta ya de querer reformar la democracia burguesa y la civilización del
dólar, ya está bien de discursitos progres y de apagafuegos.
Estamos juntxs en ésto, pero hay
que entender que el fascismo y la policía, son nuestrxs enemigxs y en
las guerras, no se tiene piedad con lxs enemigxs.
El capitalismo no se reforma, se destruye.
El fascismo no se discute, se elimina.
La policía no se abraza ni se explora en busca de humanidad, se apedrea.
Extendamos la revuelta y dejémonos de tanta mierda neo-hippie.
Rescato del olvido para cerrar esta noticia, una consigna pegadiza:
Lxs ricxs señalan, ¡lxs nazis apuñalan!.
Extendamos la revuelta y dejémonos de tanta mierda neo-hippie.
Rescato del olvido para cerrar esta noticia, una consigna pegadiza:
Lxs ricxs señalan, ¡lxs nazis apuñalan!.