El pasado viernes, dos personas fueron detenidas en el barrio madrileño de Lavapiés cuando protestaban contra un control ilegal a personas de origen extranjero. Los medios generalistas han reproducido la versión de los hechos facilitada por la Policía sin contrastar en ningún caso con otras fuentes presenciales.
Los vecinos de
Lavapiés se han enfrentado a la Policía Nacional para impedir redadas
racistas en varias ocasiones / Foto: Olmo Calvo.
El pasado viernes por la noche el barrio de Lavapiés fue
escenario de la enésima redada racista, una práctica habitual en la que
la policía efectúa controles e identificaciones masivas a personas en función del color de su piel. Esta vez sus consecuencias llegaron la los grandes medios de comunicación en forma de "riña tumultuaria" (El País) o
de "algarada en Lavapiés con cien radicales" (ABC). Ambos
medios se basaron para su crónica únicamente en el comunicado que emite la
Jefatura Superior de Policía de Madrid. Como sentenciaba tres días después
el defensor del lector del diario del grupo PRISA, "debería
haberse acudido a más y discrepantes fuentes", pero ningún medio generalista lo hizo.
Javier, español de 32 años, fue
detenido por la policía durante la protesta por la redada. Como
muchos vecinos del barrio, bajó a la calle tras darse cuenta de que
se estaba llevando a cabo un control de identificación racista en la
plaza de La Corrala (y no la de Lavapiés como relata El País). Las
fuentes presenciales consultadas por DIAGONAL coinciden con el
testimonio de una vecina que reporta el portal de periodismo ciudadano Lavapiés Hoy
que asitió a lo ocurrido:
"Cerca
de medianoche, entre cuatro y cinco coches zeta han acorralado,
colocado contra la pared y registrado a más de 20 vecinos, la
mayoría de ellos migrantes". Llama la atención que se registrara a 20
vecinos en lo que, según la Policía, era una operación para detener a
una persona a la que ya tenían localizada (y que habría conseguido
escapar burlando el despliegue de agentes, vehículos y un helicóptero
que sobrevolaba la zona).
"Cuando llegué a la plaza, ya se
estaba concentrando gente para protestar contra la redada",
cuenta Javier a DIAGONAL. "Eran vecinos, algunos de la asamblea
del barrio, coreando ’ninguna persona es ilegal’", explica en
relación a lo que ABC, basándose en la versión policial, describe
como que un "centenar de antisistemas y «okupas» pretendieron linchar a los policías para impedir el arresto de un
camello de origen africano". "Camello" que,
finalmente y según la versión policial, "huyó" y no fue detenido.
Javier sigue en su relato, que ha sido
confirmado por las fuentes presenciales consultadas por este
periódico: "Me acerqué con la cámara de foto en la mano y
empecé a grabar para documentar lo que estaba pasando. Hasta que
quise acercarme más a los policías para grabar mejor". Fue
entonces cuando fue detenido: "cuando llegué cerca, se me
tiraron encima y me tiraron al suelo", detalla. Su parte de
lesiones habla de un exguince en el tobillo izquierdo, un gran
hematoma en la muñeca izquerda y varias contracturas. "En la
calle, en ningún momento se me pidió la documentación. Una vez
retenido, me preguntaron varias veces si era periodista, parecían
preocupados por ello", subraya desmontando la versión policial
(publicada en Europa Press), según la cual "cuando uno de los
agentes evitó que el hombre abandonara el lugar, éste se revolvió
y agredió a uno de los policías actuantes, provocándole una fisura
en el dedo, tirándole al suelo y propinándole mordiscos en los
brazos". Este teletipo ha sido publicado sin edición alguna en varios medios, entre ellos El Mundo.
Actuaciones policiales anteriores han tratado de impedir la documentación de redadas racistas, desde las denuncias a activistas de las Brigadas de Observación de Derechos Humanos (la última de ellas, por lo penal, fue desestimada por una jueza la semana pasada) hasta las varias detenciones de Edu León, fotógrafo de DIAGONAL que ha cubierto ampliamente este tipo de redadas.
La otra detención que se produjo fue
la de un ciudadano senegalés, de 37 años, residente en España. La
noche anterior, según detallan desde la Asamblea Popular de Lavapiés, la
pasó "en el calabozo" por no tener papeles. Había sido
detenido, una vez más, en una redada racista. "Es un hombre que
ha sido deportado una vez y ha vuelto a España en patera. Ahora vive
en condiciones precarias", explican, y añaden que sus
detenciones siempre son debidas a controles de identificación. "Está
muy traumatizado con la policía", explican. Fue por ello
que durante la protesta vecinal comenzó a dar cabezazos contra un
árbol, nervioso ante la situación. "La policía se le tiró
encima y le detuvo", explican los presentes, contradiciendo la
versión policial reportada por ABC: "Cuando iba a huir y fue
acorralado se revolvió, tiró a un policía al suelo, le propinó
mordiscos en los brazos y una fisura en un dedo". No hay
erratas: ABC culpa al detenido senegalés de lo que el teletipo
publicado por la agencia de noticias Europa Press culpa a Javier.
Tras las detenciones, medio centenar de
manifestantes se desplazaron hasta la comisaría de Leganitos, donde
habían sido llevados los detenidos. Según las fuentes policiales
citadas por El País, "se mostraron agresivos y con intentos de
tomar el centro policial, por lo que de nuevo fue necesaria la
presencia de la UIP". Lidia, de la Oficina de Vivienda, fue una
de las personas que estaba en la plaza de La Corrala y acudió a la comisaría: "Nos
pusimos en la acera de enfrente y comenzamos a gritar consignas como
’no estás solo’ en apoyo a los detenidos", cuenta a
DIAGONAL. "Al llegar dos furgones de antidisturbios, nos
callamos. Tras identificar a las tres personas que iban sin DNI, nos
cachearon. Intentamos preguntar al mando policial las razones del
cacheo, y lo justificó diciendo que las comisarías se inscriben en
un ’perímetro de segurirdad’. Fue una conversación cordial, no hubo
picos de tensión ni por nuestra parte ni por la suya", detalla.
Mientras iban hacia la comisaría denunciado las detenciones, un
grupo de senegaleses se les acercó. "A vosotros es hoy, para
nosotros es así todos los días", les dijeron. "Están muy quemados con esta
cuestión", concluye Lidia.
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha respondido a través de Twitter
a diversas personas afirmando que la versión de Europa Press "describe
perfectamente lo ocurrido en viernes en Lavapiés". Por su parte, algunas
vecinas de Lavapiés han criticado la cobertura mediática con el hashtag
#PeriodismoBasura.