sábado, 28 de abril de 2012

Ciudadanos-policía, el peligro anónimo


PolicíaDesde el lanzamiento de la página de los Mossos para identificar a los violentos a raíz de los disturbios del 29M -calificado de ilegal por diversos colectivos sociales por la violación del derecho a la privacidad-, la preocupación ahora no es principalmente por esa medida orweliana, sino por quienes estén dispuestos a colaborar con la policía. Cuando el Estado se muestra incapaz de hacer frente a quienes amenacen sus intereses y no los pueden controlar, recurren a una medida desesperada: buscar colaboración ciudadana, ofreciéndoles a algunos poder cumplir el sueño de ser policía, pero sin llevar placa ni uniforme ni tener que hacer las oposiciones, mucho menos, cobrar. ¡Qué curioso que ahora se arrastren por los suelos pidiendo ayuda, pero que cuando esos ciudadanos salen a protestar ni se les quiere escuchar acallándolos a porrazo limpio! Una clara muestra de doble moral y de cómo los utilizan, como objetos de usar y tirar.

No cabe duda que los derechistas rancios como los empresarios, fachas de discoteca y de verdad, jefes, banqueros, agentes inmobiliarios y demás calaña aceptarían colaborar con la pasma con el fin de proteger sus propiedades e intereses y poder dormir tranquilos al saber que están haciendo el bien; incluso esos anónimos que simplemente forman la masa de sujetos pasivos que no poseen ideología política y solo esperan a que vengan tiempos mejores también se unirían, No obstante, uno de los peores acontecimientos que pueda llegar a presenciar, sea que algunos componentes (que no todos)  de esos movimientos ciudadanistas de la clase media, y en general, de gente que tiene un miedo inconsciente hacia la policía, que protestan contra las medidas del Gobierno y la brutalidad policial, sean cómplices de los mercenarios del Estado. Otra clara muestra de doble moral. Pero es de esperar, ellos no ven a la policía como enemigos ni aunque les abran la cabeza un millón de veces.

Si hay algo en esta vida que odio infinitamente son las traiciones y los chivatazos, muestra de cobardía e hijoputismo. De aquí una advertencia de que las piedras apuntarán a otro objetivo, a parte de las sucursales, los antidistubio y los grandes comercios y tiendas de multinacionales. Ese blanco no será nada más ni nada menos que hacia todas aquellas individualidades que forman parte de movimientos "sociales" que, queriendo reivindicar a muerte el pacifismo intentan controlar a todo aquel que opte por la autodefensa, se arrodillan ante el poder lamiéndoles el culo de una manera tan jodidamente humillante y miserable como lo es colaborar con los Cuerpos de Seguridad del Estado, criticándoles además por la espalda.

Esos que juegan a ser maderos no saben con quiénes están colaborando: con el brazo armado de un Estado que ostenta el monopolio de la violencia, anteponiendo sus intereses y los del capitalismo a la vida. Esa misma institución que respalda la violencia del capitalismo que se traduce en desahucios, dificultad impresionante para el acceso a una vivienda, la explotación asalariada, la alienación y la creación de necesidades mundanas, la destrucción del medio ambiente con la excusa del "desarrollo sostenible", la aniquilación de valores, los suicidios de quienes han entrado en quiebra... y quien ose defenderse de esa violencia, se encuentra con el Estado que tratará de aplastar al individuo mediante su aparato represivo formado por la Policía, el sistema judicial y el sistema penitenciario. Todo ello amparado por unas leyes hechas para ellos.
El año pasado, durante la manifestación que dio origen al 15M en Santiago de Compostela, unos cuantos listillos que formarían el movimiento 15M hicieron fotos a unos compañeros que rompieron unos cajeros a martillazos y luego apedrearon la cristalera de la fachada de la sede del medio burgués, eclesiástico y fascista "El correo gallego". Dichas fotos fueron entregadas a la policía, lo que supuso la detención de esos compañeros que seguramente tuvieron que pagar multas o sufrir penas de cárcel. Hecho jodidamente lamentable por parte de esas ratas cobardes que le lamen el culo bien lamido a la policía, a la vez que reivindica el pacifismo a muerte, pidiendo piedad a sus verdugos y que no les azoten. Ahora han visto qué caso les han hecho, se han reído en sus putas caras. Como respuesta a ese chivatazo, unos cuantos chivatos asquerosos cobraron su merecido.

Además de la vulneración del derecho a la intimidad de la página de los Mossos y su ilegalidad, me preocupa también que esos compañeros acaben entalegados por culpa de delatores y listillos que juegan a ser policías, creyéndose que están haciendo el bien y que no buscan la confrontación del poder sino que les exigen que sean más amables con ellos. Este comportamiento demuestra un gran miedo a la policía y a sufrir penas de cárcel, que además, ninguno de ellos han pisado una y no se dan cuenta de lo inhumano que son las prisiones, un auténtico infierno para los rebeldes donde sufren torturas, vejaciones y humillaciones (casi) a diario.

Aquellos que colaboren con la policía para acabar con los "violentos" son parte del sistema, también serán nuestros enemigos, quienes no tienen dos dedos de frente y defienden por ignorancia a un sistema realmente violento. No es violento quien ataca a la policía sino quien colabora con ella.
Luis Pascual
http://www.mundolibertario.org/secciontumornegro/