jueves, 22 de diciembre de 2011

CONSIDERACIONES SOBRE NANOTECNOLOGÍA

Hace unos días pude escuchar a varixs compañerxs venidxs de Suiza e Italia hablarnos sobre el caso de Silvia, Costa y Billy, encarcelados y condenados en Suiza bajo la acusación de transportar e intentar usar material explosivo en el contexto de su lucha pública contra la biotecnología, nanotecnología y tecnología nuclear. A parte del caso expusieron con claridad el camino del control que imponen este tipo de tecnologías, que a nivel mediático no acostumbran a publicitar mucho. Además de aplicaciones médicas que permiten mantener una buena prensa a estas técnicas existen otras. Por ejemplo la adaptación de ciudades a la última tecnología, donde mediante diminutos chips y videovigilancia interconectada de todo el espacio público se controla lo que se consume (que directamente se carga a la cuenta cuando compras sin tener que pasar por ningún lado) o te permite la entrada o no a determinados lugares de la ciudad en función de tu chip (al estilo del teletac de las autopistas) o conocer tus preferencias y movimientos para extraer beneficio a nivel comercial. O la creación del soldado metabólicamente perfecto donde mediante los pequeños chips y sensores se escanearía el cuerpo continuamente con el fin de saber qué necesidades tiene en la batalla (si está cansado o con sueño administraría anfetaminas, si sangra coagulantes, etc). Si bien estos dos ejemplos parecen de ciencia ficción su desarrollo es bien real. Otras aplicaciones ya las tenemos a la orden del día en comidas preparadas que cambian de sabor al calentarlas o las nanoparticulas de plata como antibacteriano en cuchillas de afeitar, envases de comida o calcetines 'antihongos'o en materiales que conservan el calor o en cremas antiarrugas o en medicaciones como el antipsicótico inyectable recién salido a mercado (Xeplion) que por sus nanopartículas permite mantenerse en sangre y difundirse mejor por el cuerpo puesto que atraviesa cualquier barrera natural.


Esta tecnología que parte en inicio hace bastantes años de IBM permite aplicaciones que posibilitan el más absoluto control de la vida (desde las relaciones a la mera vida biológica). Se generan algunas contrapartidas que en manos de todxs está aceptar o rechazar. El control permite excluir de forma muy aséptica (sin un poder visible que lo ordene) a quien se quiera excluir o a quien no pueda consumir, por ejemplo en el caso de las ciudades inteligentes. O la reducción absoluta de las decisiones humanas a algortimos. O el dar la última vuelta de tuerca al consumo facilitándolo al máximo, personalizándolo aún más, fomentándolo, y de esta forma excluyendo y criminalizando-judicializando de nuevo determinadas formas de vida menos orientadas al consumo (reciclar, intercambiar, autocultivar, relación social directa, ocio en la calle, etc).


Finalmente acabar con algo que daba cuenta de lo auténticamente siniestro del asunto. Los planteamientos de introducir un chip a cada niño nacido para evitar que se perdiera, fuese raptado, conocer sus posibles enfermedades y riesgos en base a su genética, controlar la vacunación, etc, etc. 

Está claro que el desarrollo de estas tecnologías supone el mantenimiento de un sistema que nos ata al consumo continuado y esclavizador, que mantiene la exclusión en base a lo que se tiene y se consume y que contribuye al mantenimiento del dominio al amparo de la ciencia y el progreso. Poco importa entonces los llamamientos de algunos científicos a crear instituciones donde se contrasten sus consecuencias ambientales o en la salud; simplemente se convierten en la coartada previa necesaria para su instauración y extensión definitiva.

Dejo un texto de Ted Kaczynski ('Golpear donde duele') a propósito de la importancia de la biotecnología en el sistema actual de dominación y sus implicaciones en la lucha contra éste.