viernes, 2 de diciembre de 2011

MOTIVOS PARA DEFENDER EL ANTIESPECISMO



En el pasado he defendido la idea de que es estratégicamente adecuado difundir el veganismo sin entrar en la cuestión del antiespecismo. Creo que estaba equivocado, y que es fundamental la difusión del antiespecismo, es decir, de la idea de que los animales no deben ser discriminados por pertenecer o no pertenecer a determinada especie. La difusión de este planteamiento me parece adecuada por varios motivos:

1. Es fundamental que nuestro activismo esté centrado en la defensa de los intereses de los animales. Hay veganos que dedican en exclusiva su tiempo como activistas a causas en las que son afectados exclusivamente los humanos, pese a que estos representan un ínfimo porcentaje del conjunto total de animales, y además por lo general experimentan un sufrimiento mucho menor a consecuencia de su explotación que el experimentado por los animales no humanos.

2. Hay veganos cuyo activismo, aunque está centrado en la defensa de los animales, no está centrado en los ámbitos de explotación en que más individuos mueren. Un ejemplo de esto es lo que ocurre en Inglaterra, donde una gran cantidad de recursos son destinados a la lucha contra la vivisección, aunque el número de animales que sufren y son matados en la ganadería es mucho mayor.

3. En el futuro pueden existir formas de usar animales no humanos diferentes a las existentes en la actualidad, para cuyo rechazo sea necesaria una mayor conciencia antiespecista. Por ejemplo, formas de ganadería o pesca no contaminante.

4. La agricultura también tiene víctimas. El uso de venenos e insecticidas supone la muerte de un enorme número de roedores, pájaros e insectos, ocurriendo esto tanto en la agricultura convencional como en la agricultura ecológica. Analicé esta cuestión en otra entrada del blog: “Pero en la agricultura también mueren animales”.

5. Un número incalculable de animales experimenta un terrible sufrimiento en la naturaleza, lo cual constituye un problema que en un futuro, con el conocimiento y la tecnología necesarias, podría ser reducido. Puede ser leída más información sobre esta cuestión en otra entrada del blog: “Pero los animales se matan entre ellos”.

6. Ser antiespecistas nos hace reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos más allá de nuestros hábitos de consumo. Ello favorece la investigación y la adopción de medidas que suponen un beneficio para los animales.

Pese a todo esto, no deberíamos dejar de defender el veganismo. El veganismo supone dejar de contribuir con nuestros hábitos de consumo a la explotacióon animal. Además, es difícil que alguien que no es vegano rechace el especismo, y actúe de manera coherente con dicho rechazo. Es más habitual que la gente se haga vegana y progresivamente vaya rechazando el especismo, siempre que reciba información al respecto (algo que, por desgracia, no ocurre en el movimiento vegano en muchos países).

Pero la difusión del veganismo debería orientarse de una manera antiespecista, intentando que este planteamiento esté presente, aunque no necesariamente de manera explícita. El veganismo no ha de ser entendido como un fin, sino como un medio. Un medio para avanzar hacia un mundo en el que haya menos especismo.