lunes, 16 de enero de 2012

¿Porqué okupar o liberar un espacio?

Con la okupación no sólo pretendemos denunciar y defender el derecho a la vivienda frente a la especulación,  okupar es una forma de pensar y actuar ante las cosas.
Okupar es no estar de acuerdo con el sistema establecido, denunciar los abusos del poder y plantear una alternativa ante lo que no te gusta. Okupar es decir no a un capitalismo que excluye al que no baila al son de su música, no querer vivir para trabajar y trabajar para vivir, no querer hipotecar toda una vida para decir que esto es mío.Okupar es decir no a las autoridades, decir no a las jerarquías, decir vales por lo que eres y no por lo que tienes. Okupar es plantar cara a los que creen que está todo controlado.
Okupar es querer y necesitar espacios libres donde crecer, realizarse y crear.

Una casa okupada es un grito de lucha contra este sistema económico que nos obliga a dedicar la mayor parte de nuestro sueldo/dinero para pagar por un techo, algo que es de primera necesidad. Es un acto de insumisión contra la lógica del sistema capitalista que todo lo convierte en mercancia. Es un acto de ruptura a la oferta y la demanda, es un espacio fuera del intercambio monetario. Es un stop, un basa, una parada. Un lugar que permite huir del chantage económico y permite relacionarse fuera de éste.

Un espacio okupado es un lugar que permite llevar a termino actividades colectivas, establecer lazos comunitarios. No es tan solo un espacio fisico que se comparte, sino andar y escoger entre todas, escapándose del aislamiento y la soledad que nos impone la sociedad donde vivimos.

Un espacio okupado es un espacio que permite reunir y practicar la autogestión de colectivos y grupos, sin depender de las instituciones. Funcionando asambleariamente, sin especialización, etc. Permite diseñar la vida personal y colectiva. Ser la propia fontanera,...

Un espacio okupado es un recuerdo y una reafirmación de la lucha de gran parte de la humanidad: de los jornaleros que ocupaban y ocupan tierras, de las asociaciones de vecinos y colectivos de barrio que ocupaban casas en los años 70, de los obreros que toman y autogestionan los talleres y fabricas, de las fiestas populares que ocupan las calles y plazas, etc.

Nos están obligando a ser todas propietarias, a pagar 40 años a los bancos, a estar atadas a la hipoteca y vivir bajo el terror de perder el puesto de trabajo, a respetar la propiedad privada por encima de las necesidades de las personas. Nos están obligando a traicionarnos a nosotras mismas.