jueves, 8 de marzo de 2012

El Arzobispo de Barcelona quita importancia al escándalo de los niñxs robados: esa es la moralidad de la Iglesia


El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, pidió este martes evaluar con "criterios de aquel tiempo" el caso de los presuntos robos de bebés en España. Un buen ejemplo de cual es la verdadera moralidad de la Iglesia española: la más absoluta inmoralidad.


"Al juzgar algo así hay que situarse en aquel momento, con criterios de aquel tiempo", dice el que se autollama cristiano.

En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas porServimedia , Sistach, al ser preguntado por esta cuestión, admitió no conocer la realidad, pero dijo que a la hora de juzgar algo así hay que situarse 'en aquel momento, con criterios de aquel tiempo'. Asimismo, expresó su convencimiento de que no fue algo general, sino 'una cosa puntual'.
Martínez Sistach considera también que la reforma de la ley del aborto que prepara el Gobierno "se queda corta", mientras que ha vuelto a pedir un "Pacto de Estado" entre todos los partidos, sindicatos y patronales para salir de la crisis.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció el pasado lunes en el Senado que antes de final de año estará redactado el texto de la reforma de la ley del aborto, con la que se pretende a un tiempo ampliar los derechos del concebido y amparar el derecho a la libertad de la mujer.
Para el cardenal, esta reforma "es corta" porque defiende que "la vida es básica" y opina que "en el fondo está cómo valoramos la vida y ves que nuestra sociedad no valora la vida suficientemente".
"Luego está cómo se enfoca toda la cuestión de la sexualidad, de los valores", ha añadido monseñor Martínez Sistach, que también ha defendido la monogamia como uno de los "grandes valores que surgen de nuestra sociedad".

Allí hay vida, en las células

También se ha mostrado contrario a la utilización de la píldora del día después "porque lo que se tiene que valorar es la vida humana", ha subrayado Martínez Sistach, que ha recordado que "las células conducen a lo que somos nosotros, si se les impide, va contra la vida, contra la maravilla de la vida, de nuestra capacidad de pensar".
La vida es la cuestión más importante, es el primer derecho fundamental
"Allí hay vida, en las células, son el origen de un proceso natural que da vida a una persona humana", ha recalcado el cardenal.

Respecto al matrimonio homosexual, el arzobispo de Barcelona ha apelado a no llamarle matrimonio porque el texto constitucional "dice que los españoles tienen derechos, pero dice que el hombre y la mujer tienen derecho al matrimonio, lo dice la Constitución, dice el hombre y la mujer, no los españoles".