El
poder no se va a desintegrar voluntariamente. El sistema que tiende a
aislarte, explotarte y rodearte de una miseria opulenta y tóxica, no va a
caer por sí sólo. Y aún diríamos más: en tiempos de crisis, cuando la
máquina no funciona bien, se estrecha el cerco de la dominación. Más
explotación, más aislamiento, más miseria. De ahora en adelante las
únicas ofertas de trabajo que encontrarás son de madero o esclavo.
¿Lucharás por mantener la miseria o contra ella?.
Hoy por hoy, la
posibilidad de desmantelar el sistema parece muy lejana. Pero la
dicotomía cada vez más clara: o aceptamos el disciplinamiento creciente
hasta no se sabe qué límite (guerra, dictadura...) o lo enfrentamos.
Pero lo confieso: ya no
me gustaba cuando funcionaba “bien”. No lucho por un grado “aceptable”
de explotación, toxicidad y miseria afectiva. Quiero su completa
desaparición. Para éso creo necesario un amplio desorden que paralice y
haga irreversible la vuelta al funcionamiento de la máquina. Es una gran
tarea pero, ¿hay acaso otro modo?.
No va a llegar un día en
el que de repente, un montón de gente se decida a acabar con esta
miseria y actúa de un modo certero y efectivo. Una tarea tan inmensa
necesita de conocimientos, de una experiencia vivida, de un recorrido.
El modo de conseguirlo es
generar trastornos crecientes. Para entorpecer el normal funcionamiento
del sistema y dificultar o impedir su recuperación. De manera
progresiva, aprovechar las diferentes ocasiones para dar un pasito más.
Aprender también a generar nuevas oportunidades de negar lo que nos
niega, contra toda autoridad. También contra las autoridades
“aprendidas” que llevan consigo las ataduras morales en las que nos
formamos como personas.
Vencer el aislamietno y
hacer callar la voz que dice “lxs otrxs aceptan”. No estás sólx, hay más
personas en las que la rabia contra este sistema destructivo ya se ha
prendido y están decididxs a actuar. Las acciones hacen a las personas y
las acciones juntan a las personas.
Un
recorrido para aprender a hacerlo, para aprender a paralizar el sistema
y encontrar ocasiones de destruir sus infraestructuras. Para darnos
tiempo y mirarnos a los ojos.
ESTO NO CAERÁ SI NO LO EMPUJAMOS
POR UN BLOQUE NEGRO EN LA MANIFESTACIÓN DEL 29 DE MARZO