Texto de Savvas Metikidis, luchador social quien anteayer cometió un suicidio de carácter político, escrito durante la rebelión de diciembre de 2008.
¿Por fin, quiénes son los encapuchados?
Violencia es trabajar durante 40 años por cuatro perras y preguntarte si llegarás a jubilarte.
Violencia son los bonos del Estado, los Fondos de los pensionistas robados, la estafa de la Bolsa.
Violencia es verse obligado a tomar un préstamo hipotecario que acabarás pagando a precio de oro.
Violencia es el derecho del patrón de despedirte cuando le da la gana.
Violencia es el desempleo, la precariedad, los 700 euros con o sin seguridad social.
Violencia son los “accidentes” laborales, porque los patrones reducen
sus gastos en perjuicio de la seguridad de los trabajadores.
Violencia es tomar psicofármacos y vitaminas para hacer frente a los horarios exhaustivos.
Violencia es ser una inmigrante, vivir con el miedo de que en
cualquier momento te vayan a echar fuera del país, y experimentar una
constante inseguridad.
Violencia es ser asalariada, ama de casa y madre al mismo tiempo.
Violencia es cuanto te meten mano en el el culo en el trabajo y te dicen: “Sonría, ¿te pedimos mucha cosa?”
Lo que hemos vivido yo lo llamo rebelión. Y al igual
que cualquier rebelión se parece a ensayo de guerra civil, huele a
hollín, gases lacrimógenos y sangre. No se contiene fácilmente, tampoco
se puede aprovechar de ella. Incendia conciencias, hace resaltar y
polariza contradicciones, promete momentos de compañerismo y
solidaridad, aunque sean sólo unos momentos. Traza senderos hacia la
liberación social.
Señoras y señores, ¡bienvenidos a las metrópolis del caos! Poner en
sus casas puertas de seguridad y sistemas de alarma, encender la
televisión y disfrutar del espectáculo. La próxima rebelión será
definitivamente más vehemente, a medida que avance la podredumbre de
esta sociedad… O salir a la calle junto a vuestros hijos, convocar
huelgas, atreverse a reclamar la vida que os están robando, acordarse de
que una vez fuisteis jóvenes que quisisteis cambiar el mundo.
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